Son muchas las mujeres que se cuestionan que es un sérum, para qué sirve y cómo hay que utilizarlo. Lo primero que hay que saber es que existen varios tipos de sérum, facial, para el cabello, contorno de ojos, etc.
En este caso nos vamos a referir al sérum facial. Se trata de un producto cosmético que se utiliza de manera conjunta a la crema hidratante, con una mayor concentración de principios activos y se aplica una o dos veces al día, de manera preferente por la noche.
A pesar de ello, no es aconsejable dejar de utilizar el resto de cremas que se utilicen durante la rutina. El sérum actúa en las capas profundas de la piel, no como la crema que lo hace en las capas más superficiales. Además no contienen protección SPF para combatir los efectos nocivos del sol.
Cartacterísticas del sérum
– Su textura es muy ligera, generalmente suele venir presentado en forma de emulsión, fluído o gel, que permite una perfecta absorción y una textura no grasa.
– Aporta una hidratación profunda, aunque es cierto que no en las capas más superficiales de la piel, por lo que se debe usar otro producto para ello.
– Cada uno puede tener una función específica, como una acción antiarrugas, revitalizante o efecto lifting, entre otros.
– Solo se necesita una pequeña cantidad para que consiga el mismo efecto, con dos o tres gotas se puede conseguir el efecto deseado.
– Se puede aplicar tanto en rostro como en cuello y escote.
Aunque depende del cuidado y el estado de la piel de cada persona, la treintena es una buena edad para comenzar a utilizar este tipo de productos de manera rutinaria. Se puede utilizar una o dos veces al día, aunque los expertos recomiendan que sea antes de dormir, tras la limpieza del rostro y antes de la crema de noche que se use normalmente.