Cuando la piel se resaca o deshidrata es evidente que se ve y se siente muy diferente a cuando está bien hidratada y cuenta con una buena salud. Las líneas finas o las arrugas se pueden notar mucho más de lo que debería. Pero este fenómeno no solo pasa en la cara, las manos también se ven expuestas a sufrir sequedad y mal aspecto.
Vamos a ver algunos consejos fáciles de realizar para tener una buena rutina de cuidado de la piel, ayudando así a mantener unas manos suaves y tersas.
Consejos para unas manos perfectas
– No lavarlas más de la necesario: es cierto que lavarlas es muy importante, pero aunque sea necesario hay que ser consciente de no exponerlas demasiado al agua. Se recomienda el uso de guantes de goma al lavar los platos, limpiar los baños o realizar ciertas tareas del hogar. Intenta mantener las manos siempre limpias, pero recuerda no exponerlas de forma innecesaria.
– Estudia bien el jabón con el que te las vas a lavar: cuando se trata de tener que lavarlas varias veces al día, es posible que sea necesario plantearse el uso de algún otro jabón que sea más suave para la piel. Busca algún producto que no contenga sulfatos pero sí tengo antioxidantes de vitaminas e ingredientes naturales como la manteca de karité, el aceite de oliva o la sábila.
– Protégelas bien: además de mantenerlas limpias e hidratadas es muy importante protegerlas contra los efectos del sol, auténtico causante del fotoenvejecimiento prematuro. Una exposición mínima al sol puede causar efectos a largo plazo, algo que parece que mucha gente no tiene interiorizado. Recuerda protecerlas contra los rayos UVA y UVB.
– Aprovecha la noche para hidratarlas y nutrirlas. Incorpora el sencillo paso de aplicar crema de manos antes de ir a la cama a dormir, verás la alegría que te da al notar por la mañana unas manos suaves y sedosas.